A partir de una vieja majagua (árbol endémico), el alférez Félix Bouyón Turner trazó la primera manzana de la población de Cienfuegos, que continuó creciendo con semejante trazado recto.
Desde la época de su fundación el Paseo del Prado ha recibido diferentes nombres. Primero fue Paseo de Vives y durante un tiempo lo identificaron como Paseo de la Independencia.
El parque principal de Cienfuegos es el único del país que cuenta con dos manzanas de superficie, lo que constituye hoy un rasgo atípico del urbanismo cubano.
En muchos casos, las calles del cementerio Tomás Acea de Cienfuegos, reciben nombres relacionados con el arbolado que las circunda, como son Los Cedros, Los Álamos, Los Pinos, Las Palmas, Los Eucaliptos y otras varias.
Gran interés despierta la única fortaleza construida en el centro de la Isla en 1745: Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua, conocida como Castillo de Jagua, convertida en guardián de la bahía primero y de la ciudad después.
En 1915 fue huésped del Hotel la Unión, de Cienfuegos, la afamada bailarina rusa Ana Pávlova, quien interpretó el ballet clásico “El lago de los cisnes” en el teatro Luisa de esta ciudad.