El escritor norteamericano Samuel Hazard, autor del libro “Cuba a pluma y lápiz”, visitó Cienfuegos durante la segunda mitad del s. XIX y se hospedó en el Hotel La Unión de esta ciudad.
En los cayos de la bahía de bolsa de Cienfuegos, desde 1540, se establecieron piratas y corsarios, como Jacques de Sores, Francis Drake, John Morgan, Guillermo Bruce, Lorenzo Craff, Jean el Temerario y Gilberto Girón.
El cementerio Tomás Acea, de Cienfuegos, fue declarado Monumento Nacional por ser el único de tipo jardín que existe en el país y que nos habla de la influencia norteamericana en esta tipología constructiva.
El teatro Tomás Terry, junto al teatro Sauto de Matanzas y el teatro La Caridad de Villa Clara, conforman la trilogía de teatros del siglo XIX del país, que aún brindan funciones al público.
A partir de una vieja majagua (árbol endémico), el alférez Félix Bouyón Turner trazó la primera manzana de la población de Cienfuegos, que continuó creciendo con semejante trazado recto.
Desde la época de su fundación el Paseo del Prado ha recibido diferentes nombres. Primero fue Paseo de Vives y durante un tiempo lo identificaron como Paseo de la Independencia.