Una de las primeras tierras visitadas por el cura español Bartolomé de las Casas en el siglo XVI, fue Cuba, y su lugar específico de asentamiento inicial fue la comarca de Jagua, hoy provincia de Cienfuegos.
A partir de una vieja majagua (árbol endémico), el alférez Félix Bouyón Turner trazó la primera manzana de la población de Cienfuegos, que continuó creciendo con semejante trazado recto.
En el parque José Martí de esta ciudad se encuentra el Arco de los Obreros, parecido al Arco de Triunfo de París, en Francia. Es en Cienfuegos donde único se encuentra este tipo de monumento en Cuba.
Algunos comparan el edificio central del cementerio Tomás Acea de Cienfuegos, con el Partenón de Atenas por su arquitectura clásica, formada por una galería perimetral soportada por 64 columnas de fuste estriado.
Figuras de la cultura cubana como Rita Montaner, Esther Borja, Bola de Nieve y Ernesto Lecuona se presentaron en los teatros de la ciudad de Cienfuegos durante la primera mitad del siglo XX.
En Cienfuegos a solo 15 kilómetros del centro histórico urbano Patrimonio Cultural de la Humanidad, el Padre Bartolomé de las Casas dejó de ser Encomendero para convertirse en el Protector Universal de los Indios.